Con las nuevas tecnologías que llegan al mercado, cada vez es más fácil para los empleadores permitir una política de trabajo desde cualquier lugar más flexible. Si bien esta nueva libertad es excelente para los empleados e incluso mejor para los resultados de la empresa, puede ser un desafío para los gerentes. Administrar una fuerza laboral flexible puede generar su propio conjunto de problemas para los gerentes que no están equipados para tal tarea. Básicamente, hay gerentes que pueden sobresalir en la oportunidad y hay quienes pueden necesitar un poco de entrenamiento. Se necesita cierto conjunto de habilidades para ser el tipo de gerente que puede administrar una fuerza laboral que trabaja desde cualquier lugar. Resaltemos algunos a continuación.

Primero y más importante, el gerente debe garantizar una base sólida de confianza entre él y sus empleados. Una cosa es tener un sentido inquebrantable de confianza con un empleado que ve a diario, pero ese no puede ser el caso de un empleado que trabaja de forma remota. Una base sólida de confianza puede resultar en una relación laboral feliz y saludable entre el gerente y sus empleados. Es un ganar-ganar para todos.

Una vez que tenga una línea de base de confianza, debe asegurarse de que sus empleados tengan pautas claras y concisas de lo que espera de ellos. Nunca es divertido adivinar lo que alguien quiere de ti. Desde el principio, debe describir lo que espera de sus empleados y lo que pueden esperar de usted. ¿Tiene un tiempo promedio de respuesta de correo electrónico? ¿Cuáles son las horas que se espera que estén en línea? Es útil para todas las partes involucradas y puede hacer que las horas de trabajo sean más productivas.

Ser fácilmente accesible es esencial para administrar una fuerza laboral remota. Los gerentes a los que se puede contactar en cualquier momento durante la jornada laboral por teléfono, video o chat ayudarán a la productividad de sus empleados. Mantenerse conectado a través de comunicación por video puede ayudar a construir relaciones con empleados que, de lo contrario, podrían ser solo una voz, en lugar de una cara.

Si se cuenta con el gerente adecuado, el empleado remoto puede estar tan comprometido y ser tan productivo como lo sería si estuviera en la oficina.